El domingo en la noche se llevó a cabo una de las entrevistas más esperadas por los fanáticos, y no tan fanáticos de la realeza británica. Meghan Markle y el príncipe Harry platicaron, como nunca antes, con la presentadora Oprah Winfrey. En una entrevista de más de dos horas de duración, la pareja habló de distintas situaciones que vivieron en el palacio de Buckingham.
Uno de los momentos más difíciles de esta charla fue cuando la ex participante de Suits confesó que pensó en quitarse la vida. "Simplemente ya no quería seguir viviendo", dijo la duquesa de Sussex a Winfrey. De igual forma aseguró que pidió ayuda a "la institución", misma que le negaron.
Meghan Markle también habló de su preocupación por la seguridad de Archie, su primogénito por no tener un título nobiliario. De igual forma, en la conversación la duquesa de Sussex aseguró algunos miembros de la familia real se mostraban "preocupados" sobre "lo oscura" qué sería la piel de de su hijo. La conductora le preguntó al hijo de Diana Spencer quién había sido, a lo que él respondió "Es algo que nunca voy a compartir públicamente".
Desde un inicio, los medios de comunicación se han encargado de rivalizar a Meghan Markle con Kate Middleton. Esta ocasión fue la indicada para que la esposa de Harry aclarara dicha situación. "No cuento esto sobre Kate para hablar mal de ella", dijo Markle, Kate es "una buena persona".
"No cuento esto sobre Kate para hablar mal de ella, Kate es una buena persona".
Por último, Meghan y Harry informaron que días antes de que su boda real se llevara a cabo, contrajeron matrimonio a escondidas. Además anunciaron que el sexo del bebé que esperan es una niña.